Gustavo Rojas Madrigal tavorm_10@hotmail.com

Tema: Las alteraciones del ambiente y la responsabilidad del hombre desde el punto de vista costarricense.
A lo largo del tiempo el medio ambiente ha manifestado alteraciones perjudiciales y significativas donde el punto más alarmante es su aumento desmedido. En países como Costa Rica, donde el mayor pilar de la economía es el turismo gracias a la gran biodiversidad presente, y donde el desarrollo del futuro de su población depende de la abundancia y el buen estado de los recursos naturales, estas alteraciones constantes representan las amenazas más frecuentes y con mayor peso.
Sin embargo, a pesar de que se está al tanto de las consecuencias que se desdoblan de las alteraciones del ambiente no se ve una real concientización en el pueblo costarricense, ni la toma de medidas fuertes para erradicar o al menos disminuir estas alteraciones. La población y todas sus actividades económicas son enormes fuentes consumidoras de recursos naturales, así como grandes generadoras de impactos ambientales.
Son muchos los factores del ambiente que se ven afectados bajo la mano del hombre, entre ellos podemos nombrar: la contaminación del agua, del aire, del suelo, la disminución de la cobertura boscosa, entre muchos otros, que se deben principalmente a fuentes como la falta de un ordenamiento territorial eficiente, las actividades agropecuarias desmedidas, el mal tratamiento de los desechos sólidos y principalmente la falta de una consciencia colectiva de conservación y cuidado.
La mala planificación en el ordenamiento territorial ha dado como resultado que más de la mitad de la población del país se ubique solamente en poco más de la treintava parte del territorio nacional, zona que llamamos actualmente gran área metropolitana. Esta desigual distribución poblacional genera grandes consecuencias como el deterioro significativo del recurso forestal, ya que se deforestan grandes áreas para la urbanización; la degradación de áreas de recarga acuífera, ya que al existir una constante degradación se ve disminuida el agua de los ríos, además de verse afectada por las grandes cantidades de desechos sólidos; la erosión de suelos, también debida a la deforestación, así como la pérdida de tierras agrícolas bien trabajadas por la expansión del urbanismo en el Valle Central.
Las actividades agropecuarias que tienen como objetivo una elevada producción son las que afectan de mayor manera al ambiente, ya que, la mayoría de ellas sobre utilizan la tierra. Ya sea para la ganadería o para la agricultura, el trabajo agropecuario representa una de las causas más importantes de degradación de la tierra debido a la erosión. La explotación intensa del suelo para cultivos o pastizales genera la pérdida de la riqueza y las propiedades de la tierra, además de la alta cantidad de erosión mencionada anteriormente.
El mal empleamiento de los desechos es una de las principales fuentes contaminantes que alteran el ambiente y los ecosistemas. Este factor se debe no solo a la falta de conciencia de la gente que desecha su basura en cualquier lugar, sino también a que únicamente un 70 por ciento de los residuos es recolectado y transportado a algún sitio dispuesto al tratamiento de la basura. Y aquí es donde surge la interrogante ¿Qué sucede con los otros residuos que no fueron recolectados? Se podría decir que pudieron ser quemados, lo que afecta el aire por el dióxido de carbono desprendido; pudieron ser vertidos en terrenos baldíos, cauces de agua, entre otros.
El impacto producido por el hombre sobre el medio ambiente es incalculable. Las evidentes debilidades del ordenamiento territorial y gestión ambiental en que ha incurrido Costa Rica han llevado al país a incrementar su vulnerabilidad. Se debe promover una conciencia social sobre la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad, para así lograr la imposición de políticas más fuertes para los que no cuiden el ambiente. El reconocimiento de Costa Rica como un país verde no debe ser solo un nombre, sino que debe envolver toda una campaña de conservación ambiental.